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Ciclismo con Luis Aviles

Los Juegos Odesur concluyen con más dificultades que alegrías

Los Juegos Odesur concluyen con más dificultades que alegrías  El certamen deportivo termina con más dificultades que alegrías debido a la falta de figuras de primer nivel, falta de organización y hasta denuncias de corrupción.

Buenos Aires,(dpa) - Los organizadores reconocieron las numerosas dificultades que enfrentaron, pero las justificaron en el hecho de que hubo muy poco tiempo para la preparación, teniendo en cuenta que la sede fue concedida el 31 de agosto del año pasado, y en mayo de este año, la capital argentina sufrió una crisis institucional con la destitución del jefe de gobierno Aníbal Ibarra.

 

Después de eso hubo varias semanas de un "inmovilismo" que puso en riesgo la realización de estos Juegos, hasta que el nuevo jefe del gobierno proteño, Jorge Tellerman, comprometió el apoyo, liberó los fondos y la organización se puso en marcha.

 

Pero no habían comenzado las actividades y ya se presentaban los problemas. Delegados, entrenadores, árbitros y atletas se quejaban de descoordinaciones en el sistema de transporte, de la comida escasa y poco variada y hasta de problemas en el alojamiento.

 

"En algunos casos (eso) sucedió los primeros días, pero esas cuestiones se acomodaron de a poco y me parecen un poco exageradas. Es cierto que hubo llegadas tarde de algunos micros, pero ninguna delegación tuvo problemas. Todos tuvieron alojamiento, todos comieron, aunque a algunos les puede haber gustado más o menos la comida", explicó a dpa Claudio Andrilli, presidente del Comité Ejecutivo de los Juegos Odesur, en representación del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

 

Andrilli reconoció que "hay costumbres que no fueron contempladas, por ejemplo, el desayuno de algunos países caribeños", que suele ser diferente a los del sur. "Lo corregimos porque no estaba contemplado en la licitación, pero nadie se perdió ninguna competencia por estas cuestiones", aseguró.

 

Afirmó después que este tipo de cosas "sucede siempre" en todos los Juegos. "Siempre hay un porcentaje de gente que protesta por algo que no le parece bien. Creo que no fueron desajustes exagerados", insistió.

 

Pero también hubo denuncias de supuestos casos de corrupción, formuladas antes y durante los Juegos Odesur por la Defensoría del Pueblo. El gobierno de la ciudad, como el principal responsable de la organización, respondió que "todo fue mediático" y que "no hubo denuncia formal".

 

Andrilli afirmó que las denuncias "son una vergüenza" y aseguró que la Sindicatura, que también es un órgano de control "no hizo ninguna denuncia". Enfatizó que "hay una auditoría permanente y no sale ningún papel si no tiene la firma del síndico".

 

Se distribuyeron durante los juegos documentos con irregularidades en las competencias de tiro, canotaje, boxeo, esgrima, remo, handball, ciclismo y hockey sobre césped, pero Andrilli no aceptó ninguno de esos cargos sobre la base de que le parece "poco serio" el planteo de los funcionarios de control.

 

El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), José Luis Cassanello, formuló también "serios reparos" a la organización, dijo que "los Juegos no alcanzaron el nivel de excelencia deseado", pero destacó que "fue un mérito haberlos realizado" en las condiciones y en el poco tiempo disponible.

 

A pesar de todo, los argentinos igual terminaron contentos por el lado de los resultados deportivos. Sin la preparación adecuada, con muchos problemas internos y falta de recursos, estuvieron siempre en la vanguardia del medallero general y recibieron el apoyo entusiasta del público, que muchas veces colmó los escenarios.

 

Claro que Brasil no presentó su máximo potencial en muchas de las 27 disciplinas. Y que hubo controversias porque en el caso de la halterofilia se potenció un medallero de 135 preseas, en contraposición al programa olímpico de sólo 45 medallas. Se dispuso premiar también los enviones y eso desequilibró el resultado final en beneficio, entre otros, de Colombia y Venezuela, que son potencias en esa disciplina en Sudamérica.

 

En los VIII Juegos Odesur participaron unos 4.000 atletas, lo que fue récord respecto de las ediciones anteriores. El gobierno de la ciudad, la Secretaría de Deporte nacional y el Comité Olímpico, que compartieron responsabilidades organizativas, en ese orden, quedaron satisfechos.

Todos coincidieron que más allá de las dificultades se colmaron las expectativas y por eso otorgaron a los Juegos la calificación global de "dignos, buenos y aceptables".

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