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Ciclismo con Luis Aviles

Remenbransas de Marcos Pantani..........Por Luis Aviles

Remenbransas de Marcos Pantani..........Por Luis Aviles

Es recordado como uno de los mejores escaladores de su generación, vencedor del Tour de Francia y del Giro de Italia en 1998. El pañuelo que acostumbraba a vestir en su cabeza rasurada y su estilo de atacar durante las carreras cuando llegaban las estapas de montaña le valió el sobrenombre de Il Pirata con el que lo bautizó la prensa deportiva italiana. En 1999 su carrera se vió truncada por la acusación de dopaje con EPO durante el Giro al encontrarse en un análisis de sangre altos niveles de hematocrito.

De 1,72 metros de altura y 57 kilos de peso, Pantani tenía el tipo clásico de escalador como demostró en el Tour de su debut, en 1994, quedando tercero en la clasificación final y obteniendo la victoria en la mítica cumbre de Alpe d huez. Justo cuando se adivinaba el despegue de su carrera, Pantani sufrió una terrible colisión con un automóvil en el transcurso de la Milán–Turín que le provocó una doble fractura en una pierna amenazando con el prematuro fin de su carrera profesional.

En 1997, recuperado de la grave lesión, retornó a la competición; pero durante el Giro sufrió una caída al cruzarse un gato negro en su camino que provocó su retirada de la carrera. En el Tour de ese año protagonizó una intensa lucha por el maillot amarillo; aunque se mostró imbatible en la montaña, Ja Ullrich, muy superior en las etapas contrarreloj, supo limitar el tiempo perdido en los Alpes y Pirineos logrando la victoria final y relegando a Pantani al tercer puesto.

El año siguiente (1998) Pantani logró por fin derrotar a Ullrich al obtener sobre él una ventaja de 7 minutos en una única etapa de montaña. Aunque Ulrrich trató de recuperar el tiempo perdido en las etapas posteriores la remontada no fue posible y Pantani se convirtió en el primer italiano, desde Felice Gimondi en 1965, en vestir el maillot amarillo en París. Su logro fue notable ya que durante muchos años el Tour había estado dominado por especialistas de la contrarreloj como Miguel Induráin, Jan Ullrich y Bjarne Riis; desde los tiempos de Lucien van Impe ningún escalador había obtenido a victoria, y su éxito, en cierto modo, hizo resurgir la leyenda del especialista de la montaña.

El mismo año se proclamó vencedor de un Giro diseñado a su medida con multitud de etapas de montaña. La ventaja que obtuvo en las cumbres italianas, donde ganó 2 etapas, le permitió superar finalmente a especialistas de la contrarreloj como Alex Zülle y Pavel Tonkov.

En el Giro de 1999, tras vencer en cuatro etapas y siendo líder de la carrera, fue descalificado al observarse altos niveles de hematocrito en su sangre, lo que sugería un caso de dopaje con EPO, aunque éste extermo no se pudo probar de forma concluyente. En el Tour del 2000 corrió sin posibilidades de victoria aunque mostró destellos de su calidad en la montaña. En un mano a mano en el ascenso al Monte Ventoux, consiguió escapar junto a Lance Armstrong, que resultaría vencedor final del Tour; al alcanzar la meta Armstrong le cedió la victoria de etapa, sin embargo Pantani no agradeció el gesto originando las malas relaciones entre ambos, agravadas al referirse Armstrong a Pantani como el Elephantino, un sobrenombre que odiaba. Esta sería la penúltima victoria de Pantani, que a partir de entonces sólo se subió a la bicicleta en contadas ocasiones.

A pesar del caso de la acusación de dopaje, la popularidad de Pantani no decayó debido a sus explosivos ataques que animaban la carrera tras años de dominio de especialistas en la contrarreloj y restituían a la montaña el protagonismo en la carrera que tuvo antaño.

En junio de 2003 Pantani ingresó en una clínica del norte de Italia para tratar la depresión que le aquejaba, dando al traste con la posibilidad de que retornara a la competición. El 14 de febrero de 2004 su cadáver fue encontrado en un hotel de Rimini; la autopsia reveló que su prematura y repentina muerte se debió a un edema cerebral y pulmonar, sin determinar las causas por las que éstos se produjeron. Ni siquiera el fin de sus días pudo acabar con los rumores de sobredosis o consumo de drogas.

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