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Ciclismo con Luis Aviles

Hoy se cumplen 15 años del retiro de Miguel Indurain

Hoy se cumplen 15 años del retiro de Miguel Indurain

Miguel Indurain el mejor Ciclista Español de todos los tiempos cuandoanunciaba su retiro

LuisAviles.-"Hoy, 2 de enero de 1997, quiero anunciar públicamente mi retirada del ciclismo profesional". Las palabras corresponden a Miguel Indurain, que las pronunció hace ahora 15 años en el hotel Ciudad de Pamplona de la ciudad navarra. Aquella lectura provocó un gran revuelo en el deporte español, que ya intuía el adiós del gran héroe del ciclismo nacional. Se iba un mito.

La retirada del mejor ciclista español de todos los tiempos fue un culebrón. Entre julio y diciembre de 1996, Miguel Induráin vivió instalado en un interrogante. Los resultados del Tour y la Vuelta habían sembrado dudas lógicas. Al tiempo, en su interior existía el deseo y el convencimiento de intentar llegar por sexta vez vestido de amarillo a París. La cuestión era dónde, y cómo.

Hacía un tiempo que la relación de Induráin con sus directores de toda la vida comenzó a distanciarse y terminó rompiéndose. No hubo una sola causa concreta. El precipitado y fallido intento de récord de la hora en Bogotá en 1995 después del Mundial de Colombia; la salida de Sabino Padilla -médico y preparador de Miguel- del equipo, el resultado del Tour de 1996, y especialmente la imposición de tener que correr la Vuelta a España en contra de su voluntad, amén de cuestiones de puertas adentro que hicieron que el círculo de confianza del pentacampeón saltara en mil pedazos.

"El 96 fue el año que Miguel mejor andaba, pasó lo del Tour y fue una temporada dura. Yo creo que Miguel estaba para luchar por otro Tour", explica su hermano Pruden. "Miguel es una persona que tiene mucho carácter; en Banesto no fueron claros con él, y se perdió la confianza. La relación ya no era la misma".

El camino del ONCE

Manuel Saiz, ex director del equipo ONCE, espera a que se fije fecha para el juicio por la Operación Puerto. Ya no está en el ciclismo, pero lo vive y lo recuerda. Ahora, 15 años después, rememora cómo centró su objetivo en fichar al pentacampeón justo cuando éste desfalleció y fracasó en el Tour 96. "En ese Tour yo vi cosas que no eran de la compatibilidad del carácter de Miguel. Vi una puerta, Induráin era abordable para nosotros, en otro tiempo no lo hubiera intentado; entonces sí", recuerda. "Cuando quieres a un corredor así es porque hay una empatía entre las dos partes y una ilusión, y la había".

Saiz recuerda bien cómo después de la Grande Boucle comieron juntos en Vitoria, le expuso su deseo de llevarle al ONCE y cómo encontró receptividad . El técnico le propuso el convencimiento de poder alcanzar objetivos inéditos -como las clásicas- arropado por un gran bloque. "Me hubiera encantado dirigirle, creo que tenía muchas cosas buenas que aportarnos y sé que a él también le hubiera gustado correr con nosotros", explica el director. "Miguel podía crecer en el mejor equipo de España de toda la historia, y con él hubiéremos conseguido el cariño de todo el mundo".

Entre julio y diciembre Saiz reconoce haber mantenido al menos cuatro encuentros con Induráin para estudiar el fichaje. El pentacampeón también lo había tratado con personas de confianza, a las que les planteó esta nueva vía. "Nosotros queríamos ficharlo, pero no se encontró la forma de poder hacerlo, ni de llegar a un acuerdo. Fue por diferentes motivos, que no vienen al caso", dice Saiz.

En 1996, el equipo ONCE contaba con un presupuesto que no llegaba a los 900 millones de pesetas, una plantilla de 23 corredores (Jalabert y Zülle entre ellos). José María Arroyo, entonces presidente de la entidad, dijo al menos en dos ocasiones que la llegada del pentacampeón no podía alterar de forma significativa la política presupuestaria del equipo, que al fin y al cabo era un vehículo publicitario. No un fin en sí mismo.

"¿Por qué Miguel no iba a cambiar? La vida son cambios. Yo la sensación que tengo es que esperó y esperó y que no hubo movimiento por ninguna parte, ni por una ni por otra. Y Miguel tampoco movió ficha porque veía que no había intención de nada", explica su hermano Pruden.

En el invierno de 1996 los Induráin siguieron su protocolo habitual. Comenzaron a entrenarse el 1 de diciembre. Miguel lo hizo con ropa de Banesto hasta el 31. El día 1, después de una Nochevieja en Alzórriz, lo hizo con ropa neutra. Para entonces ya se había puesto en contacto con José Miguel Echávarri. Se felicitaron el año. Vista la situación y las circunstancias, el movimiento de unos y de otros y tras consultarlo con su mujer, su familia y sus dos hombres de confianza -Padilla e Iza- había decidido colgar la bicicleta. A primera hora de la tarde reservó en persona una sala en un hotel de Iturrama con capacidad para 80 personas, una mesa, una silla y un micrófono.

Poco después de la una del mediodía del 2 de enero de 1997, Miguel Induráin comenzaba a leer un comunicado escrito a máquina con su mujer, Marisa López de Goicoechea. Lo hizo con voz firme, mirando al frente. "Hoy 2 de enero de 1997 quiero anunciar públicamente mi retirada del ciclismo profesional..."

¿Dónde está la última reliquia del indurainismo?

La nota de despedida de Miguel Induráin -un folio escrito a máquina, a doble espacio, 38 líneas y 370 palabras y firmada de su puño y letra con bolígrafo azul- no se la quedó el propio ciclista después de leerla. Tras la rueda de prensa se la entregó a un periodista navarro, que al cabo de los días se la dio como recuerdo a otro periodista, hoy ya retirado. ¿Dónde está hoy ese folio? 15 años después nadie lo sabe, lo más probable es que guardado en una caja de cartón con más papeles y documentos.

Videos Miguel Indurain Leyenda de un Campeon

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