Vicepresidente de la Federación Argentina de Pista y Ruta acusado de abuso sexual

A Mario Salas, a la derecha de la foto miembro de la Unión Ciclista Internacional y vicepresidente de la Federación Argentina de Pista y Ruta, lo denunció una comisario deportivo.

LuisAviles.-Por Eduardo Manrique - Diario De Cuyo.-Una joven comisario deportivo mendocina, de 24 años, denunció en la Policía que un alto dirigente del ciclismo nacional e internacional, abusó sexualmente de ella (sin llegar a violarla) en un hotel de Capital donde la había invitado a alojarse para ser parte del control antidopaje en damas de las categorías Sub 23 y elite del último Campeonato Argentino de Ruta desarrollado en San Juan, dijeron ayer fuentes policiales y judiciales.

Gisel Agüero se llama la denunciante. Es oriunda de Lavalle, Mendoza, y además de ser comisario regional en el ciclismo trabaja en la Secretaría de Deportes del Gobierno de Mendoza. Mario Edgardo Salas es el denunciado, de Paraná, Entre Ríos, comisario nacional de la Unión Ciclista Internacional y vicepresidente de la Federación Argentina de Pista y Ruta. 

Según la denunciante, la organización del torneo no la había designado para intervenir en la prueba pero Salas hizo la excepción y la invitó, algo que ella evaluó como positivo para ganar experiencia pues lo único que le falta es dirigir en un campeonato argentino. 

También relató que Salas le aclaró que el único problema era que debían compartir la habitación, en camas separadas, anticipándole que no se hiciera problema por la amistad de seis años que los unía y porque la respetaba. 

Que llegó con una familia amiga el último jueves en la siesta y al hotel, trasladados por Salas, con otros dos comisarios a las 20.30. 

Que volvió a decirle que le incomodaba lo que la gente pensara y que estaba dispuesta a ir a la casa de unos amigos. Que salas le reiteró lo de su respeto y que luego de bañarse se acostó leyendo el reglamento, hasta que el dirigente apagó las luces y empezó a llamarla con una voz que la hizo pensar que algo le pasaba. 

Cuando llegó -dijo- Salas le pidió ‘acostarse un ratito, es un favor de amigos, sólo cinco minutos’. Que ella creyó que era una broma y se fue a su cama, pero el denunciado insistió y se le apareció con remera y calzoncillo. Que luego se sacó la ropa interior diciéndole que sólo quería sentirla ‘en cucharita’. Que ella le pidió no molestarla y él insistió tocándole los pechos y sus partes íntimas, hasta que estalló en llanto y lo empujó. Ante ese quiebre -denunció- el hombre se fue y volvió vestido, insistió en acostarse ‘sólo como amigo’, pero luego pidió perdón y le propuso prestarle su computadora para que ‘olvidara todo’. La joven dijo que salió del hotel cuando él se durmió. Y se tomó el primer micro a Mendoza el viernes a las 6. Eso sí, volvió el sábado y, patrocinada por el abogado Fernando Bonomo, denunció todo con detalles. Ahora el juez Guillermo Adárvez debe resolver.

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