La Hidratacion en el Ciclismo
Bajo el sol, a altas temperaturas, el cuerpo del ciclista puede llegar a perder hasta 2 litros de sudor por cada hora. Esta cantidad de agua perdida debe reponerse ingiriendo agua y sales minerales o preparados de azúcares antes, durante y después de cada etapa.
Generalmente las cifras que se manejan en cuanto a cantidad de líquido aconsejable son las siguientes:
Antes - Cerca de medio litro hasta prácticamente media hora antes del comienzo.
Durante - Aproximadamente un litro por cada hora. 150 ml cada 5-10 minutos es una buena cantidad.
Después - Deberemos seguir ingiriendo líquidos para mantenernos hidratados, junto a alimentos sólidos.
Normalmente uno no suele llevar más de un litro encima cuando sale a pedalear, pero en la medida de lo posible se recomienda cumplir lo anterior. Durante una carrera o marcha no dejemos pasar por alto el avituallamiento, es la ocasión ideal para reponer nuestros bidones y a nosotros mismos de agua.
Algunos estudios han demostrado que un buen sabor en la bebida sumado a una temperatura idónea (más bien tirando a fría) aumenta la ingesta de líquidos. Un gran aliado puede ser los bidones térmicos, que retardan el calentamiento de la bebida en verano, o un CamelBack, que es una bolsa de agua dentro una mochila que se lleva a la espalda y en la cual caben unos 3 litros de líquido que se extraen mediante un tubo.
Si no tomásemos nada, la deshidratación perjudicará nuestro rendimiento y salud considerablemente, pudiendo provocar la famosa pajara ', desfallecimiento, calambres en los músculos y, en casos extremos, la muerte. Independientemente de las cantidades de líquidos recomendadas un consejo muy popular es el de beber antes de llegar a tener sed.
Como ves, la hidratación es imprescindible para rendir sobre la bicicleta, y en próximos artículos hablaremos de la relación de esta con la ingesta de alimentos sólidos
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